Los selk’nam eran un pueblo de tipo paleolítico. Fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera y vivían de la naturaleza, sin cultivar la tierra y se intercambiaban piedras para encender el fuego, para hacer herramientas, maderas para fabricar arcos, flechas, soportes de toldos, plumas decorativas para tocas, grandes caracoles para extraer agua, caracolitos que se arreglaban en forma de collares, etc.
Cantos Selk’nam

Famosos eran los cantos selk´nam.
Dice refiriéndose a esto Anne Chatman:
«¿A dónde se fueron las mujeres que cantaban como los tamtam (canarios)?
Había muchas mujeres. ¿A dónde se fueron?», me preguntó un día Lola Kiepja, la última selk’nam de Tierra del Fuego que vivió como indígena.
Eso fue en mayo de 1966 cuando estuve viviendo con ella cerca del Lago Fagnano en lo que era entonces la reserva indígena. Lola falleció pocos meses más tarde a la edad aproximada de 90 años.»
Hay dos investigadores muy renombrados en este aspecto, aparte de Charles Wellington, quien grabó, por primera vez, entre 1907 y 1908, canciones de Onas y Yaganes. Uno es Martin Gusinde, que estudió y fotografió a los Selk’nam cerca de los años 1920, registrando algo de su música, y otra es Anne Chapman, quien realizó un trabajo parecido, ya en los años 1960.
Uno de sus testimonios más impactantes es el registro sonoro de cantos Selk’nam, en la voz de la última «Chamana» de este pueblo: Lola Kiepja.
Un disco que contiene parte de estas grabaciones, además de información respecto a su realización, se puede escuchar actualmente en la Biblioteca Nacional de Chile, y su audición es una experiencia musical única.
Cuerpos Pintados

El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal. El colorearse el cuerpo con atractivos diseños era una institución en la vida de este pueblo, tanto en su existencia rutinaria como en su aspecto mágico y ritual.
Los Selknam solían pintarse con pigmentos negro, blanco y rojo con motivos y diseños sencillos pero variados que podían tener significados relacionados con las situaciones que se estaban viviendo o los estados de ánimo.
La ceremonia del Klóketen o Hain es sin duda el aspecto más difundido de la vida cultural, correspondiendo al ritual de iniciación de los jóvenes hombres de las tribus de una zona en común. Los muchachos de entre catorce y dieciseis años eran separados de su hogar para convertirse en un klóketen o iniciado en la adultez a través de la ceremonia en cuestión.